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Medio natural

  1. 1. UN MEDIO NATURAL CONSERVADO EN BUENAS CONDICIONES
    1. 1.1. LAS ESTRUCTURAS BÁSICAS DEL MEDIO
      1. 1.1.1. LAS CARACTERÍSTICAS TOPOCLIMÁTICAS
        1. 1.1.1.1. Topografía y pendientes
        2. 1.1.1.2 Condiciones climáticas
      2. 1.1.2. LA MORFOGÉNESIS
      3. 1.1.3. LOS RECURSOS HÍDRICOS
      4. 1.1.4. LA EDAFOGÉNESIS
        1. 1.1.4.1. Tipos de suelos
        2. 1.1.4.2. Condiciones de la edafogénesis: dinámica natural y alteraciones humanas
    2. 1.2. EL MEDIO BIÓTICO "NATURAL"
      1. 1.2.1. La vegetación no cultivada
      2. 1.2.2. La fauna y su adaptación a la actividad humana
        1. Cigüeña negra
        2. Buitre leonado
        3. Alimoche
        4. Águila perdicera
        5. Águila real
        6. Buho real
        7. Grandes mamíferos
        8. Comunidad piscícola
  2. 2. LA DINÁMICA DEL MEDIO
  3. 3. LA ORGANIZACIÓN DEL PAISAJE
  4. 4. POBLACIÓN
  5. 5. LA ECONOMÍA AGROPECUARIA
  6. 6. INDUSTRIA Y SERVICIOS


1. UN MEDIO NATURAL CONSERVADO EN BUENAS CONDICIONES

La comarca de Sayago ha sido tradicionalmente una de las más aisladas de Castilla y León debido a esa cercanía con Portugal, es por ello que ha mantenido gran cantidad de las tradiciones y de la cultura a lo largo del tiempo. De la misma forma, gracias a ese aislacionismo su medio físico posee una gran calidad con un entorno escasamente alterado y de gran valor ambiental.

1.1. LAS ESTRUCTURAS BÁSICAS DEL MEDIO

1.1.1 LAS CARACTERÍSTICAS TOPOCLIMÁTICAS

1.1.1.1. Topografía y pendientes

En el siguiente mapa podemos apreciar la isoaltitud característica de cualquier penillanura, apareciendo una sucesión de vallejos, laderas y culminaciones, todos ellos sin excesiva pendiente. Así en Moral de Sayago los únicos desniveles apreciables se localizan en los márgenes del río Duero, en el arribanzo, donde por ello se puede decir que el medio es inestable, es decir existe riesgo de erosión.

PENDIENTES DEL SUELO

Fuente: carta digital de España

1.1.1.2. Condiciones climáticas.

El clima puede considerarse como el componente más importante para la comprensión del funcionamiento del medio. Moral de Sayago participa de los rasgos climáticos de lo que podíamos denominar las "llanuras" de Castilla y León, caracterizadas por su integración en el dominio mediterráneo, aunque matizado por algunos aspectos que "individualizan" a nuestra región (y que han llevado a que algunos autores afirmen, desacertadamente, la existencia en las llanuras castellanas de un clima mediterráneo continentalizado).

Esos aspectos son la configuración geomorfológica y la altitud. Lo primero se refiere al aislamiento de las llanuras por un círculo montañoso que se materializa como pantalla protectora de humedad (con lo que las precipitaciones son menores de lo que por localización deberían ser), y como aislante de influencias oceánicas, esto eleva importantemente la oscilación térmica (con variaciones en cada ámbito, lógicamente) sobre todo en verano.

Por su parte la elevada altitud reduce los valores térmicos y contribuye junto a la configuración geomorfológica mencionada a otorgar bastante entidad a las nieblas y a las heladas, caracterizadas asimismo por su larga duración (pueden extenderse incluso a septiembre y mayo, si bien con carácter esporádico pero muy perjudicial para la agricultura). De estos caracteres generales participa en gran medida Moral de Sayago, aunque lógicamente es necesario realizar un estudio concreto del espacio en cuestión para una correcta comprensión del medio. El principal problema con que nos encontramos no es tanto la inexistencia de estación termopluviométrica (existe una en el Salto de Villalcampo, en el margen derecho del río Duero, es decir al lado del municipio de Moral de Sayago), sino el hecho de que las observaciones no han cumplido todavía la norma establecida de recogerse un mínimo de 30 años ininterrumpidamente.

De esta forma contamos con información de las temperaturas y precipitaciones medias estacionales (aunque serían de más interés las mensuales) y anuales, así como con el número de días de heladas mensuales.

TEMPERATURAS MEDIAS ESTACIONALES (en ºC)

invierno
primavera
verano
otoño
anual
Salto de Villalcampo
4,6
10,4
21,1
13,1
12,3
Zamora
4,7
11
20,4
13
12,3

Fuente: I.N.M. Cuaderno de Investigación Florián de Ocampo 12

Como vemos, en el aspecto térmico Moral de Sayago se caracteriza por tener una media anual relativamente baja, 12,3ºC, que sin embargo no refleja, como es normal, la heterogeneidad estacional del régimen térmico, por lo que haremos un análisis evolutivo a lo largo del año (basado en el estudio de María Ángeles Morán, pero sin datos concretos de cada media mensual):

El período de frío se inicia ya en noviembre con una temperatura media mensual de 3,9ºC y con medias mínimas de valor negativo, y se extiende hasta marzo con temperaturas inferiores a 10ºC, lo que pone de manifiesto la gran duración e intensidad de los inviernos. Sin embargo este periodo de frío no es continuado salvo en los meses centrales del invierno, con temperaturas inferiores a 5ºC, sino que se alternan tiempos muy fríos con otros más templados de temperaturas suaves y etapas lluviosas que moderan ligeramente las bajas térmicas.

A partir de mayo las temperaturas experimentan un aumento moderado, situándose entre 13 y 17ºC, siendo por ello el mes más representativo de la primavera, que se reduce a mayo y junio, y se caracteriza por tipos de tiempo que son más retornos efímeros al invierno o al verano que una estación marcada y definida claramente.

Los veranos son “cortos", el calor se deja sentir con rigurosidad sólo en los meses de julio y agosto, superando la media mensual los 20ºC, y dependiendo del año también en la primera quincena de septiembre y la última de junio, en función de la irrupción o no de las primeras borrascas del ciclo anual correspondientes con llegadas de aire polar.

Este tipo de verano está determinado en gran medida por la altitud y la configuración del relieve ya mencionados, que además de moderar el rigor de las temperaturas origina una fuerte irradiación nocturna dando lugar a fuertes contrastes térmicos diarios que con frecuencia superan los 15ºC.

Con las lluvias de finales de septiembre da comienzo el otoño, produciéndose un brusco descenso de las temperaturas (incluso pueden aparecer las primeras heladas), alternando un sol tenue y templado con tiempos borrascosos que enlazan con las bajas temperaturas ya invernales de noviembre.

Como hemos visto, las estaciones intermedias (otoño y primavera) son casi inexistentes, lo cual pone de manifiesto aún más la necesidad de contar con las medias mensuales y no estacionales.

PRECIPITACIONES MEDIAS ESTACIONALES (en mm3)

invierno
primavera
verano
otoño
anual
Salto de Villalcampo
155,7 (33,9%)
131,3 (28,7%)
51,6 (11,3%)
118,5 (25,9%)
465,5
Zamora
113,6 (30,6%)
104,2 (27,8%)
55,6 (14,8%)
100,9 (26,9%)
374,3

Fuente: I.N.M. Cuaderno de Investigación Florián de Ocampo 12

El rasgo que define a las precipitaciones en Moral de Sayago (como ocurre con el de la mayoría de la provincia de Zamora excepto el sector de Sanabria) es su carácter deficitario, a lo que hay que sumar su desigual distribución a lo largo del año.

El carácter deficitario lo apreciamos en que el total de precipitaciones caídas al año no supera los 600 mm (465,5 para ser exactos), por lo que podemos considerar a Moral de Sayago dentro de un área “seca", derivado en gran medida por su localización en el sector más bajo y deprimido de la cuenca del Duero.

Estas lluvias, como se aprecia en los datos ya señalados, tampoco presentan uniformidad en su distribución anual, pues comienzan a principios de otoño y se extienden con cierta "regularidad" hasta junio. De esta forma el régimen de precipitaciones presenta un máximo principal en invierno y dos máximos secundarios en primavera y otoño. Aun así la característica principal es la regularidad en la escasez de precipitaciones, con diferencias en la cuantía entre unos meses y otros. El máximo pluviométrico corresponde al período invernal (33,9%) derivado principalmente de borrascas de circulación zonal cuando el Jet-Stream alcanza su situación más meridional. A pesar de ello este periodo máximo no es excesivamente marcado, y en ningún mes del invierno se llegan a superar los 60 mm de precipitaciones.

En otoño las precipitaciones van incrementándose a medida que nos acercamos al invierno, siendo por ello noviembre su mes más lluvioso, registrándose 57,7 mm (valores muy similares a los de diciembre que ponen de manifiesto que la clasificación astronómica de las estaciones se debe aplicar con cautela en ámbitos como el estamos estudiando en el que las estaciones intermedias se reducen como máximo a un par de meses, por ejemplo las características termopluviométricas de noviembre son invernales y no otoñales).

En primavera la mayor cantidad de precipitaciones corresponde a mayo y abril, derivadas principalmente de situaciones dinámicas de circulación meridiana de coladas de aire polar marino y de aire ártico.

El mínimo pluviométrico se sitúa en verano (aquí sí que coincide con el verano astronómico), debido a la presencia de masas de aire tropical marino y continental de carácter anticiclónico, que dan lugar, tanto por la escasez de precipitaciones como por la relativa altura de las temperaturas, a un periodo de aridez estival que se extiende desde junio a septiembre (centrándose en julio y agosto), y que supone una limitación para la actividad agraria.

NÚMERO DE DÍAS DE HELADA
ener
febre
marz
abril
may
junio
julio
agos
septi
octu
novie
dicie
Salto de Villal- campo
17,1
13,1
9,7
2.2
0,5
0
0
0
0
1,1
6,7
14,3
Zamora
14
9,1
6,2
1,5
0,1
0
0
0
0
0,6
7,4
18,4

Total año: 64,7 y 57,3 respectivamente.
Fuente: I.N.M. Cuaderno de Investigación Florián de Ocampo 12

La importancia de este fenómeno radica fundamentalmente en su carácter condicionante de la actividad agraria. En el caso de Moral de Sayago su importancia es evidente ya que se extienden desde octubre a mayo, condicionando los cultivos que se pueden desarrollar y echando a perder cosechas cuando se producen temprano o tardíamente.

La evaluación del número de días con helada se realizó contabilizando aquellos en que las temperaturas medias mínimas eran iguales o inferiores a 0ºC, temperaturas con las que el hielo hace su aparición en el suelo, razón por la cual este calculo es aproximado no contabilizándose días en que se producen heladas por las bajas temperaturas nocturnas pero que por el aumento de las mismas a lo largo del día dan como resultado una media diaria superior a los 0ºC. Sin embargo estos datos nos dan una idea del número y características de las heladas en Moral de Sayago.

En cuanto a su distribución, se concentran en los meses invernales lógicamente, de diciembre a febrero, reduciéndose sensiblemente en otoño y primavera.

En definitiva, a modo de conclusión, puede decirse que las condiciones climáticas de Moral de Sayago no son las más idóneas para el desarrollo de la actividad agraria, pero sin embargo no son las que determinan su escaso desarrollo, puesto que no difieren en gran medida de las del resto de otros sectores de la llanuras de la región, en las que los rendimientos agrarios, sin embargo, son bastante superiores. Por ello hay que analizar y buscar la razón fundamental en otros componentes del medio físico.

1.1.2. LA MORFOGÉNESIS

Las formas del relieve
1) El roquedo y las formas estructurales.

Desde el punto de vista geológico, al estar enmarcado en la comarca de Sayago, el municipio se localiza en el zócalo paleozoico de la meseta norte de la Península Ibérica, y concretamente en el sector afectado por la intrusión del gran atolito granítico.

Por ello, el roquedo se caracteriza por la presencia mayoritaria de las rocas ígneas o graníticas (en el caso de nuestro municipio de estudio se trata de un granito de megacristales) cuyo emplazamiento corresponde a las etapas principales e inmediatamente posteriores de la orogenia Herciniana. Asimismo, en el sector nororiental del municipio aparecen afloramientos de rocas metamórficas, en concreto esquistos y neises, del Precámbrico-Cámbrico.

Por otra parte, en lo que se refiere a las formas del relieve, comentar que este batolito paleozoico se muestra actualmente como un afloramiento granítico macizo y extenso, fruto del arrasamiento que ha conformado una penillanura casi perfecta, estable y baja, carente tanto de rellenos sedimentarios como de pequeños relieves montañosos.

A esta "perfección" contribuye asimismo el tipo de alteración del granito, que forma mantos arenosos muy permeables y poco sensibles al abarrancamiento, que explican la escasa densidad de los vallejos existentes.

La uniformidad de la llanura en algunas ocasiones también resulta matizada (como ocurre en Moral de Sayago en la margen izquierda del río Duero en un pequeño sector entre la desembocadura del Esla y el embalse de Villalcampo) por pequeños enclaves rocosos singulares, más o menos resistentes que el granito, como son diques de cuarzo inyectados en fracturas y estrechos que alcanzan hasta varias decenas de metros de longitud.

No obstante, pese a la uniformidad del roquedo, la escasez de fracturas y la participación de los rasgos expuestos encontramos motivos suficientes para la diferenciación de dos sectores distintos:

  • La gran mayoría del municipio se encuadra dentro de esa penillanura cuasi perfecta mencionada que abarca a buena parte de la comarca, y se caracteriza por la presencia de interfluvios aplanados y muy amplios, salpicados de algunos vallejos de unos pocos hectómetros de anchura, sin tiro y cegados en su fondo. Su detalle es muy suave, sobre un manto de alteritas abundan los asomos rocosos del granito con pequeños resaltes alomados y alargados (dorsos de ballena) o bolas aisladas (berruecos) en el centro de los interfluvios junto a pequeños lanchares en las inmediaciones de los valles.
  • Por otra parte, a medida que nos acercamos al río, apreciamos un incremento de la energía. Los mantos de alteritas, aunque predominan, se vuelven más raquíticos y discontinuos aumentando el número y la densidad de lanchares, dorsos de ballena y bolos, agrupándose incluso en berrocales. Estos tramos se asocian a antiguos rebajes sucesivos, y cada vez más estrechos, del Duero, separados por largas etapas de vaciamiento en las que dominaría la alteración, que han ido "encajando" el Duero y que han conformado un estrechísimo valle por el que circula el río bastantes metros por debajo del nivel general de la penillanura.
  • Esta diferenciación y progresiva delgadez y discontinuidad del manto de alteritas indica el carácter poligénico de la penillanura, fruto de distintos aplanamientos en diversas épocas con diferentes condiciones morfoclimáticas.

    2) Las formaciones superficiales y las herencias morfoclimáticas.

    En un medio litológicamente granítico como el que estamos analizando, las formas de modelado se producen en el marco de una alteración en profundidad en condiciones de Biostasia, siendo posteriormente exhumadas por el desmantelamiento de las alteritas en periodos de Resistasia. Por esta razón, en el municipio de Moral de Sayago las formas de relieve que aparecen, así como las formaciones superficiales, en gran medida deben considerarse como herencias morfoclimáticas. Aun así procederemos en primer lugar a describir el proceso de formación de las formas de relieve existentes, y posteriormente describiremos someramente algunas de las que en mayor presencia se encuentran en Moral de Sayago.

    La alteración del granito en profundidad es fruto de un proceso de criptodescomposición diferencial a lo largo del frente de alteración (sector comprendido entre el límite superior de las alteritas y la roca madre intacta). El límite de contacto es irregular y enmascara tanto el criptorelieve como el criptomodelado. El límite inferior se conoce como basal surface.

    Como ya hemos dicho, a lo largo del basal surface el granito no se descompone al mismo tiempo. A la vez que se forma el frente de alteración se produce la descompresión en el límite superior debido al menor peso y densidad de las alteritas y a su posible desmantelamiento, lo que nos permite hablar del frente de descompresión (lugar de formación del criptorelieve), que motiva la aparición de diaclasas curvas verticales así como horizontales en su parte más superior. Es decir aparecen una serie de líneas de debilidad que facilitan la penetración del agua y la consiguiente alteración del granito.

    La alteración del granito depende a su vez de distintos elementos como su composición mineralógica, textura y estructura, de cuya combinación resultan unas determinadas formas de relieve, que en el municipio en cuestión son heredadas como ya hemos explicado (porque no se dan las condiciones morfogenéticas necesarias como para que la exhumación de las formas sea de entidad, es decir, no existen unas acusadas condiciones de resistasia) y que están constituidas principalmente por (siguiendo la clasificación de Godard):

  • Como megaforma (de decenas de Km2 o más) aparece la penillanura poligénica sobre la que se asienta el municipio.
  • Como formas menores o de detalle (desde un metro a un centenar de kilómetros) aparecen berruecos (bloques redondeados), corestones (cuando los berruecos se encuentran empostados en las alteritas), lanchares (bloques de granito de disposición plana) y dorsos de ballena.
  • En último lugar nos encontramos también con microformas (de unos centímetros a un metro) como pilancones, taffonis o acanaladuras.
  • LOS RECURSOS HÍDRICOS

    Hemos realizado una clasificación de los cursos de agua en tres tipos: permanentes, estacionarios y ocasionales. De esta forma sólo tenemos uno de los primeros, que es el río Duero cuyo discurrir sirve para delimitar, además del término municipal, la propia comarca de Sayago, situándose al norte la de Aliste. Sin embargo es un río cuyo fluir está completamente alterado como consecuencia de la existencia de la presa del embalse de Villalcampo, cuyo anclaje izquierdo se realiza en territorio de Moral, ello motiva que las aguas pierdan toda la velocidad con la que bajarían sin la existencia de ese muro, formándose un lago artificial de escasa extensión pero sí mucha profundidad, lo que hizo desaparecer la vegetación de rivera existente, sin surgir una nueva, salvo ejemplares aislados. Después de la presa, el Duero vuelve a estar remansado por la influencia del embalse de Castro.

    En cuanto a los cursos estacionarios, que reciben el nombre de riveras, sólo llevan agua en las estaciones más lluviosas (invierno, otoño y primavera), pero casi todos los años cuentan con un discurrir de agua y cuando llega el verano esta no desaparece totalmente, conservándose en pequeñas lagunas llamadas cadozos pero más grandes que las pozas que originan estos, en la terminología oficial; tienen gran importancia ya que permiten que se mantenga la vida animal en estas riveras. La razón de su estacionalidad está en el corto espacio que recorren y la gran pendiente que salvan, ya que otros ríos de Castilla y León poseen menos caudal en la época lluviosa y sin embargo son permanentes. La más importante en Moral es la rivera de los Arroyos que desemboca en el Duero, su importancia actual reside en la existencia de magníficos prados en sus márgenes con abundantes fresnedas y la disponibilidad de agua para el ganado, además de permitir la pesca de diversas especies; sin embargo fue mucho más determinante años atrás cuando el fluir del agua movía las piedras de numerosos molinos hoy la mayoría desaparecidos o destruidos y que suponían verdaderas joyas de la arquitectura popular de estas tierras, incluso alguno llegó a utilizarse para otras labores, como veremos. Esta rivera recibe otros tres cursos estacionales por la margen derecha de las cuales la más importante es la de las Pilas con parecidas características. Otro curso de agua estacional es la rivera de Moralina, localizada en el extremo occidental del municipio y que sirve de límite con el término municipal de Villadepera, en cuanto a volumen de agua, éste es similar a la de los Arroyos, posee restos de numerosos molinos, también, aunque su encajamiento es más acusado, produciéndose una importante erosión del granito. En Abelón nos encontramos con un curso de agua estacional que sirve de límite con el municipio de Pereruela, al este, se trata de un arroyo con abundante agua, ya que su longitud es mayor que las anteriores, además de recibir otros, igualmente, de cierta importancia provenientes del municipio de Bermillo de Sayago, su nombre es rivera de Fadoncino. Hacia el oeste se van sucediendo cursos estacionales más modestos, pero con importancia ya que se encuentran cercanos al núcleo urbano y además cuentan con molinos, como veremos más adelante.

    También existen otros cursos de agua ocasionales que en la mayoría de los casos sólo disponen de agua pocas fechas después de haber llovido, pero que cuando se producen fuertes episodios tormentosos canalizan una apreciable cantidad de agua pudiendo provocar daños importantes. Unas desembocan en el Duero y otras en las riveras mayores.

    En otro orden de cosas hay que hablar de las aguas subterráneas que afloran a la superficie: por un lado están los pozos y fuentes construidas por el hombre para regar pequeños huertos próximos al pueblo, pero que apenas permiten un abastecimiento de agua durante todo el verano debido a que cuentan con sólo una decena de metros de profundidad ya que aprovechan pequeñas corrientes subterráneas muy someras. Por otro lado hay que hablar de los pozos de sondeo que recientemente se han construido, de unos cien metros de profundidad se localizan en el núcleo urbano ya que se dedican al abastecimiento del ganado, proporcionando un abundante caudal de agua.

    Para finalizar mencionar la existencia de pequeñas lagunas, ya que no desaparece el agua en la mayoría de los años, construidas por el hombre para el abastecimiento del ganado hoy día, además, acogen una importante vida piscícola.

    1.1.4. LA EDAFOGÉNESIS

    El análisis de los suelos es fundamental en la medida en que estos se muestran como el mejor indicador de la dinámica del medio. Este hecho deriva de la sensibilidad del suelo ante cualquier cambio ambiental debido a que su composición depende claramente del resto de elementos del medio ya analizados, de forma que cualquier cambio en alguno de ellos influye en la composición y características del suelo resultante.

    Por ello, como leer el suelo nos permite conocer la evolución que ha sufrido un espacio y como su análisis expresa las potencialidades y limitaciones del espacio, es necesario conocer en primer lugar los tipos de suelo sobre los que se asienta Moral de Sayago, así como las condiciones de la edafogénesis (proceso de formación de suelos) en el citado municipio.

    Tipos de suelos

    En esta tipificación seguiremos la Sistemática de Kubiena[5], equivalente a los subgrupos y Asociaciones de Series de la Sistemática Americana, y basada en los factores genéticos del suelo (clima, vegetación y roca madre). Las cualidades y características de los suelos se establecerían a su vez en función lógicamente de su material originario.

    Según esta clasificación, los suelos de Moral de Sayago se corresponderían con las Tierras pardas meridionales sobre granito con afloramientos rocosos - Inceptisols (Xerochepts): presentan una topografía suave, y el modelado de los granitos ha limitado la acción intensa de los agentes erosivos, razón por la cual aparecen amplias superficies con una cubierta continua de suelos.

    Su perfil suele ser bajo, tipo A ó Ap, (B) y C, su textura arenosa o areno-arcillosa, con predominio de arena gruesa; bajo contenido en materia orgánica, entre 0,5 1,5% en los suelos labrados y alrededor del 3% en los suelos de pastos. Por todo ello se trata de suelos ligeros con estructuras poco estables, con una profundidad media-escasa y un reducido poder de retención de humedad.

    PERFIL DE UN SUELO TÍPICO DE LA COMARCA DE SAYAGO

    Fuente: MINISTERIO DE AGRICULTURA. 1967

    Su composición física y química es muy uniforme. Son suelos francamente ácidos, con un pH comprendido entre 5 y 5,5, pobres en Potasio y Nitrógeno y excesivamente pobres en Calcio y Fósforo.

    De estas características participan todos los suelos del municipio, existiendo eso sí variaciones en la profundidad en función de la topografía y del diferente grado de resistencia de las rocas frente a la meteorización. Así se aprecia menos profundidad en el margen del Duero por su carácter más accidentado y por la mayor presencia de afloramientos rocosos.

    SUELO EN MORAL DE SAYAGO

    En cualquier caso, refiriéndonos de forma general para todo el municipio, la excesiva acidez, su perfil bajo, estructura insuficiente, etc., suponen que la explotación agrícola-ganadera de estas tierras sea dificultosa y orientada sobre todo a la segunda, en la medida en que para los cultivos agrícolas, sobre todo para cereales, es necesario llevar a cabo importantes acciones de encalado y adiciones de abonos.

    1.1.4.2. Condiciones de la edafogénesis: dinámica natural y alteraciones humanas

    En el municipio de Moral de Sayago, de acuerdo con las características litológicas del mismo, la edafogénesis está ligada estrechamente a la alteración del granito, cuya entidad va ligada a una serie de factores:

  • Principalmente va ligada a las condiciones climáticas, siendo mucho mayor la alteración en condiciones de biostasia.
  • Secundariamente va ligada también a la red de percolación (a mayor densidad de la red de diaclasas mayor será la alteración), al espesor del manto de alteritas existente (cuanto más espeso sea mayor es la capacidad de absorción del agua y menor la evaporación, y en consecuencia mayor es la alteración), la intervención de los procesos biológicos, etc.
  • En consecuencia, como en el municipio en estudio las condiciones de biostasia son inexistentes, la red de diaclasas no es excesivamente densa, el manto de alteritas no es muy profundo (en comparación con los de latitudes tropicales), y la alteración biológica no adquiere gran entidad, podemos afirmar que la edafogénesis se caracteriza porque la formación del suelo se produce a un ritmo muy lento. Así se aprecia en términos generales en los estudios de Birot, que ha estimado que para las latitudes medias, la alteración del granito cada 1000 años profundiza entre 1-1'3 mm. Estos umbrales nos ponen aún más de manifiesto el carácter heredado del manto de alteritas, ya comentado anteriormente.

    No obstante, a la escala municipal en que trabajamos se pueden encontrar diferencias que aunque pequeñas pueden ser significativas. Así, la formación de suelos en los cursos estacionales donde se localizan los arroyos temporales será algo más rápida que en el resto de la penillanura. De la misma forma, en el sector perteneciente a los Arribes del Duero, debido a sus mayores pendientes y menor profundidad del manto de alteritas, la edafogénesis será más lenta que en el resto del municipio.

    A pesar de estas pequeñas diferencias, el carácter común y definidor por lo que a la edafogénesis se refiere lo constituye el lento ritmo de formación de los suelos debido fundamentalmente a la existencia de unas condiciones climáticas no favorables a su desarrollo. Aun así, la morfogénesis, aunque dominante, no se aprecia claramente debido a que las condiciones morfoclimáticas tampoco representan un periodo de fuerte Resistasia, sino que la erosión se produce de forma muy lenta (dentro de la ya lenta velocidad que la erosión presenta normalmente en una escala temporal humana).

    1.2. EL MEDIO BIÓTICO "NATURAL"

    El conocimiento "natural" o de lo que también podríamos denominar Biosfera deriva de su perfecto carácter indicador de la organización del medio, en función tanto de la variedad y complejidad de los seres vivos como de la sensibilidad extrema ante los cambios ambientales. Por ello, se hace necesario destinar un apartado del trabajo dentro de la estructura del medio al estudio tanto de la vegetación no cultivada como de la fauna.

    1.2.1. La vegetación no cultivada

    La cobertera vegetal de Moral de Sayago está condicionada no sólo por las características climáticas, litológicas e hidrológicas ya analizadas, sino también, con una incidencia esencial, por las condiciones topográficas y la presencia humana.

    De este modo, en función de una litología granítica y un clima marcado por un periodo amplio de aridez estival que origina unas importantes sequías y elevadas tasas de evapotranspiración veraniegas, las plantas que se deberían desarrollar en el municipio se caracterizarían por ser xerófilas, perennifolias y esclerófilas con defensas ante la evaporación tales como el desarrollo de hojas espinosas y abundante pilosidad, así como por unos portes hemisféricos.

    Por todo ello, el bosque climácico estaría formado por carrascales de Quercus ilex rotundifolia, al que se unirían la presencia en los márgenes de las corrientes fluviales de especies ripícolas como olmos (Ulmus minor), fresnos (Fraxinus angustifolia) o chopos (Populus alba).

    Sin embargo, unas condiciones topográficas caracterizadas por las escasas pendientes han supuesto la deforestación por parte del hombre de ese bosque para ampliar el espacio agrícola, lo que ha condicionado tanto el desarrollo como el porte de las especies. De esta forma hoy día nos encontramos con que gran parte del municipio está destinado a fines agrarios y la localización especifica de ejemplares bióticos “naturales" se reducen a la margen del Duero, donde se localiza lo que en el mapa de cultivos y aprovechamientos se denomina como matorral.

    Este matorral estaría constituido por formaciones de monte bajo derivadas de la degradación subserial de las especies originarias. Estaría compuesto, también, por especies arbóreas cuya cubierta rondaría el 25% de la superficie, como la encina y el enebro (Juniperus oxicedro), abundando igualmente retamas (Retama sphaerocarpa), escobas (Cytisus scoparius), etc.

    Además, como la degradación edáfica persiste en algunos sectores por la presión ganadera, este matorral se abre y en su interior comienzan a prosperar sobre suelos erosionados y esqueléticos especies como el tomillo (Tymus vulgarias), el espliego (Lavandula spica) o el romero (Rosmarinus officinalis), junto a gramíneas xerófilas.

    Esta formación de matorral no sólo se continúa desarrollando por la degradación del bosque, sino que en los últimos tiempos se debe sobre todo a que la pérdida y envejecimiento de la población en las últimas décadas ha supuesto una menor presión de los cultivos sobre el espacio que ha permitido la cada vez mayor densidad de este matorral, apareciendo, de la misma forma, cada vez más número de especies arbóreas.

    Sin embargo, estos rasgos se reducen al espacio de matorral del municipio (que antiguamente era utilizado extensivamente para el alimento del ganado caprino, hoy poco abundante), mientras que en el resto los usos agrarios más o menos se mantienen.

    Moral de Sayago es un municipio con un manto forestal que aunque no llega al de áreas montañosas sí es superior al de la mayoría de los pueblos situados en las llanuras castellanas y leonesas. La principal característica de esta vegetación es el adehesamiento en el que aparecen en la mayoría de los casos, tanto la encina y el rebollo, algo tradicional, como los fresnos que suelen surgir incluso asociados a prados sin ningún tipo de curso fluvial.

    La especie predominante es la Quercus rotundifolia, distribuida por todo el término municipal adehesadamente, cobra mayor protagonismo en el cuadrante suroriental donde sin llegar a un bosque totalmente cerrado sí tiene una mayor densidad que en el resto, con lo que debido al abandono de los cultivos en este sector se ha formado un monte bastante tupido. Otro encinar aún más cerrado que el anterior es el que aparece, en este caso ligado a enebros de escasa talla, en las orillas del río Duero, en donde las arribes del municipio tienen mayor pendiente, este factor ha hecho imposible su aprovechamiento incluso para pastos, con lo que se han salvado de la desaparición. En el norte y este la densidad de encinas es mucho menor ya que aquí el espacio se dedica a cultivos y a pastos, respectivamente. Hacia el suroeste la encina pierde protagonismo cuanto más nos alejamos del núcleo urbano frente al Quercus pyrenaica, que sin embargo sólo lo encontramos en formaciones cerradas en un par de pequeñas masas cerca del pueblo que subsistieron ya que servían como combustible y como material de construcción y hoy son matas de poca superficie y escasa altura de sus componentes. Los aprovechamientos son en los dos casos similares, pero más productiva la encina, tanto en el caso de las bellotas para alimento del ganado como en el de ser utilizada para combustible; también se utilizaron secularmente para la construcción.

    Otra especie, quizá más importante que el rebollo, es el fresno (Fraxinus angustifolia) cuya presencia se asocia a corrientes de agua, así vemos como las masas de mayor entidad corresponden a la línea que sigue la rivera de los Arroyos, pero sin continuidad debido a los prados y los huertos, por ello las formaciones más extensas las encontramos más alejadas de las casas; también aparecen en sectores húmedos ligados a prados, subsistiendo gracias a que las hojas de esta especie son muy apreciadas por el ganado en su alimentación.

    El Juniperus oxicedro, como ya dije, aparece en el sector de mayor pendiente, mezclado con encinas, pero cada vez va avanzando más gracias al abandono de tierras penetrando hacia la penillanura. En este área norte es donde podemos ver los únicos quejigos (Quercus pyrenaica) salteados entre encinas y cultivos.

    De forma anecdótica aparecen ejemplares aislados de almendros, olivos, cerezos, perales, manzanales, ciruelos, nogales, pinos piñoneros y mimbreras, todos ellos ligados a la actividad y aprovechamiento humano.

    QUEJIGO

    Los negrillos (Ulmus minor) se han visto afectados por la grafiosis, subsistiendo solamente especimenes de talla arbustiva, que cuando alcanzan la altura de árboles mueren irremisiblemente, si bien, en los últimos años parece que se ha frenado esta mortandad y cada vez podemos apreciar ejemplares de mayor porte. Este nivel de arbustos abunda por todo el municipio correspondiéndose con las mismas especies arbóreas y mezclándose con ellas. Los matorrales abundan en la totalidad del término, como las zarzas, aunque tomillos (Thymus), piornos y escobas (Cytisus), etc. predominan más en el sector norte, en terrenos más quebrados y con menos vegetación arbórea.

    La distribución de vegetación existente en el municipio condiciona a su vez la presencia de la fauna, que lógicamente se ha visto limitada desde hace muchos años a unas pocas especies significativas, aunque en mayor número que en la mayoría del resto de Castilla y León y más valiosas por su escasez en toda Europa, localizadas en aquellos espacios en que la presencia humana o bien es inexistente, o bien no impide su presencia.

    1.2.2. La fauna y su adaptación a la actividad humana

    Las especies animales que pueblan Moral de Sayago son las típicas del dominio mediterráneo, su marginalidad respecto al resto del territorio y escasa antropización, tan sólo presente en cuanto a actividades agropecuarias, y hasta hace pocos años muy rudimentarias y bien insertadas en el medio, ha hecho que la fauna mantenga una relativa riqueza e interés. Excepto algunos problemas vinculados con la caza incontrolada y excesiva y con algunas especies problemáticas para el ganado, no se puede decir que la explotación de los recursos naturales haya provocado inconvenientes para la subsistencia de la fauna actual.

    Muchas de estas especies están protegidas, y algunas de ellas en peligro de extinción, ya que sólo se pueden encontrar en este sector de la Península, por ello se han protegido los hábitats que las sustentan (arribes y penillanura) mediante la declaración de Parque Natural.

    El grupo de las aves es el más destacado, de éste las especies más singulares son:

    Cigüeña negra: migradora, regresa de África en febrero y vuelve en septiembre. Es parecida en forma y proporciones a la blanca pero algo menor; predomina el negro en su plumaje, con reflejos violáceos y verdes, a excepción del pecho y vientre que son blancos y el pico, fuerte, y las patas que son rojas. Habita áreas de bosque y matorral mediterráneos con sierras y cuencas fluviales donde hallar su alimento y buscando lugares solitarios y tranquilos. Se alimenta sólo de peces y algún otro animal acuático. Le gusta la soledad y aunque puede haber varias parejas dentro de un territorio prefiere criar aisladamente a varios kilómetros de su vecina. Cuando va a pescar es tremendamente cauta y siempre va sola o con su pareja; vuela muy alta y sabe aprovechar muy bien las corrientes térmicas.

    CIGÜEÑA NEGRA

    Quedan en el sector español de Las Arribes aproximadamente 18 de las 100 parejas de la población total del Estado, la mayoría en los cañones más profundos, pero suele ir en busca de comida a los arroyos más solitarios de Moral.

    Pese a estar catalogada en peligro de extinción, hasta 1995 la Junta de Castilla y León no había aprobado un Decreto para su protección, hasta entonces las únicas actuaciones se limitaban a subvencionar censos periódicos de la especie. Su principal amenaza es la modificación de su hábitat por los embalses, el turismo náutico, ya que anida al lado del agua en los cortados, y la contaminación de las áreas de pesca. Otros problemas como la caza furtiva, el expolio de nidos, las molestias en época de cría y los choques contra tendidos eléctricos son obstáculos que dificultan su recuperación.

    · Buitre leonado: la población en el área supera las 230 parejas. El mantenimiento de la cabaña ganadera en régimen extensivo es fundamental para esta especie, que ha sufrido disminuciones en sus efectivos principalmente por la transformación del hábitat: embalses, pistas, cambios de uso del suelo, tendidos eléctricos y las molestias del turismo desordenado.

    BUITRE LEONADO

    Alimoche: es migrador, a finales de febrero se pueden ver algunos pero es en marzo cuando se les ve con más facilidad, la vuelta hacia el sur se produce a finales de agosto, los jóvenes no regresarán a Europa hasta que no tengan cuatro años. Su tamaño es mediano en cuanto al término medio de las rapaces pero es el más pequeño de los buitres; los adultos tienen el plumaje blanco excepto el cuello que es más amarillento y las remeras que son negras, la cabeza, sin plumas, es amarilla, el pico negro y las patas rosadas. Su hábitat está en áreas montañosas con depresiones y cortados rocosos donde el arbolado se alterne con sectores despejados. Sobre todo come carroña pero además captura reptiles, anfibios, peces y mamíferos moribundos; es la única ave que utiliza un instrumento para comer: en África coge una piedra con el pico y la arroja contra los huevos de avestruz. Vuela planeando y normalmente en círculos. Se instala en parejas distanciadas a menudo bastantes kilómetros entre sí. Visita con frecuencia los vertederos humanos, y espera a que coman los buitres acercándose para recoger los restos en los animales muertos. Nidifica de marzo a julio, situando el nido en cortados sobre cantiles rocosos, hecho de ramas y tapizado de lana, pelos, cuerdas, papeles y restos secos de presas; la hembra pone dos huevos de color blanco sucio con manchas pardas rojizas, que a veces predominan y son el tono general, la incubación la hacen los dos adultos durante 42 días.

    Hay más de cien parejas y forma el segundo núcleo poblacional con mayor densidad de toda la península. Sus principales amenazas son las mismas que las que afectan a la cigüeña negra.

    ALIMOCHE

    Águila perdicera: se sirve de los roquedos para criar. Más esquiva que el águila real, compite con ella por los mejores espacios, por lo que es fácil que se solapen los lugares de cría de parejas de ambas especies. Es bastante escasa en la comarca, aunque se intenta aumentar su población.

    AGUILA PERDICERA

    Águila real: en regresión en las últimas décadas por la transformación del hábitat, su caza y la desaparición de presas básicas en su alimentación, como el conejo. En las Arribes viven más de 16 parejas, cuyas principales amenazas vuelven a ser la caza furtiva, el expolio de los nidos, los tendidos eléctricos y las molestias del turismo que se interna en los lugares de cría a través de pistas y caminos.

    ÁGUILA REAL

    Búho real: con un escaso número de parejas, su principal amenaza es la disminución de sus presas y las interferencias humanas. Es muy difícil de ver.

    Entre los grandes mamíferos podemos encontrar la nutria, el zorro, la mayoría de los mustélidos y el jabalí, que ha experimentado un gran incremento en los últimos años. El lobo ibérico se está extendiendo recientemente al sur del Duero, después de bastantes décadas en las que prácticamente había desaparecido; la supervivencia de esta especie en estas tierras está ligada a la declaración de las Arribes zamoranas como Parque Natural y la consiguiente protección de este animal, pero a la vez esto debe ir acompañado de una indemnización apropiada de los daños producidos en el conjunto de la explotación ganadera que pueda verse atacada por este cánido, ya que sino seguirá siendo eliminado, a pesar de la prohibición, además de establecer las medidas preventivas necesarias. Otra especie muy apreciable es el lince ibérico, sin embargo, no se sabe si se localiza en Las Arribes todavía, o si ya ha desaparecido totalmente, debido a su gusto por la soledad, y a su hábitat que se corresponde con las áreas más alejadas del hombre y más tupidas por matorrales, en cualquier caso su existencia se reduciría al sector central y sur y en un número muy escaso. El gato montés sí cuenta con ejemplares en el municipio, aunque tiene importantes problemas derivados de la caza furtiva y de su apareamiento con gatos domésticos.

    GATO MONTES

    La comunidad piscícola es la más afectada por la construcción de presas. Su variedad ha disminuido apreciablemente y debido a la creciente contaminación de las aguas algunas especies han perdido efectivos frente a otras más adaptables. Las más frecuentes son el barbo, boga, tenca, sarda, gobio, carpa y cacho. La anguila se halla extinguida a causa de los embalses construidos, aunque antes alcanzaba la práctica totalidad de las cabeceras de los ríos de la cuenca del Duero. Los embalses portugueses, al contrario que los españoles, cuentan con una escala para peces, por lo que las presas del país vecino mantienen la comunicación entre las poblaciones piscícolas.

    2. LA DINÁMICA DEL MEDIO

    La mayor parte del municipio de Moral de Sayago se integra en un medio más extenso (penillanura) en el que predomina la estabilidad, a excepción de muy reducidos sectores. Sólo el sector cercano al río Duero, las Arribes, tiene unas características que se pueden comparar con la inestabilidad, primordialmente por la gran pendiente que existe, lo cual provoca corrimientos de tierra ladera abajo, agudizadas hoy día por el abandono agrícola ya que no se mantienen los bancales que antes existían; pero al mismo tiempo se reducen ya que la vegetación coloniza cada vez más espacios.

    La realización de este apartado del estudio se debe y basa en los planteamientos de Jean Tricart, en su idea de que los análisis del medio deben ser dinámicos, en la medida en que el medio evoluciona continuamente transformando así sus condiciones. Como resultado de esta idea general, Tricart establece una tipología de medios en función de su mayor o menor Estabilidad o Inestabilidad, que a su vez viene dada por el balance existente entre los procesos de Morfogénesis y Edafogénesis. Estos tipos de medios se agrupan en tres clases fundamentales, medios estables, medios inestables, y medios de transición.

    Ya hemos analizado las características de la Morfogénesis y la Edafogénesis en Moral de Sayago anteriormente, y en virtud de ellas se puede decir que, en nuestra opinión, en conjunto, el municipio constituiría un medio de transición en el que los procesos de Edafogénesis, pese a su lentitud y escaso alcance, predominan sobre los de Morfogénesis.

    Sin embargo, si descendemos en la escala de análisis, se aprecian diferencias claras entre dos sectores del municipio, por lo que se refiere a su dinámica:

    Por un lado, el sector ribereño de las Arribes del Duero presenta las características típicas de un medio inestable, en el que los procesos erosivos predominan sobre la formación de los suelos. La motivación de este hecho viene dada de forma casi exclusiva por tratarse de un sector con fuertes pendientes y que se ha visto afectado por un importante proceso de excavación fluvial. De este modo, el desarrollo de los suelos en este sector es casi inexistente, y lo que domina son los procesos de alteración de granito, aunque a un ritmo muy lento como ya hemos dicho (debido a las actuales condiciones morfoclimáticas).

    Por otro, el resto del municipio, encuadrado en la llanura poligénica ya descrita constituiría un medio de transición en el que la Edafogénesis predomina sobre la Morfogénesis, teniendo siempre en cuenta la lentitud en el desarrollo de los suelos.

    ARRIBES DEL DUERO

    La razón de esta caracterización que abarca a la práctica totalidad del municipio la constituye la escasa importancia que los procesos erosivos adquieren, en la medida en que no se dan las condiciones morfoclimáticas idóneas para los mismos (razones que se deducen del análisis que del clima, topografía, pendiente y relieve ya se ha expuesto).

    3. LA ORGANIZACIÓN DEL PAISAJE

    Como resultado de las características de los distintos elementos que forman el medio físico, así como de su dinámica, aspectos ambos ya analizados, el paisaje de Moral de Sayago se organiza en diversas unidades, a las que Bertrand denominó geofacies.

    Para Bertrand la geofacies sería la "síntesis del funcionamiento del conjunto geográfico en función de la dinámica del conjunto".

    En estos postulados hemos basado el análisis de la organización del paisaje del municipio de estudio, teniendo en cuenta que cada geofacies se caracteriza por cierto tipo de explotación biológica que afecta a cierto tipo de potencial abiótico, cuyo resultado hace que cada unidad (o geofacies) se defina por tener unos usos del suelo o una vegetación diferente.

    De este modo, y acorde con todo lo comentado, hemos diferenciado en Moral de Sayago las siguientes geofacies:

    1. Abarcaría el sector de Las Arribes del Duero, diferenciado del resto de unidades ya en primer lugar por el predominio que en él tienen los procesos erosivos sobre la formación de suelos, y que se materializan fundamentalmente en un área de fuertes pendientes, con suelos muy desarrollados, sin aprovechamiento agrícola y con una vegetación poco densa que sólo se diferencia de la del resto del municipio (en términos florísticos) por la mayor presencia de enebros (Juniperos oxicedrus) acompañando a las encinas (Quercus ilex rotundifolia).
    2. Es un sector localizado cerca del Duero que se urbanizó en la década de los 60 para la posterior instalación de una central nuclear, por determinadas causas se desestimó el proyecto quedando un espacio, que debido al movimiento de tierras (152 millones de m3) y a la urbanización con su posterior abandono, tiene la suficiente entidad como para ser considerada como una geofacies.
    3. Un encinar que a pesar de no ser un bosque climácico mediterráneo, hay que individualizarlo ya que sus carácter más cerrado lo diferencia del resto del territorio de Moral de Sayago.
    4. Los prados y pastizales se encuentran repartidos por todo el municipio, sin embargo el sector que mejor presenta estas características es el que se localiza en las proximidades del arroyo más importante de Moral de Sayago, pero siempre mezclados con arboledas (encinas, rebollos, fresnos) o con pequeños huertos.
    5. A pesar de que los fresnos abundan por todo el término, siempre en los lugares más húmedos adquieren más importancia con ejemplares más voluminosos y más extensión.
    6. Como corresponde a pueblos de menos de 500 habitantes, el casco urbano de Moral y de Abelón son poco extensos, pero representan una unidad paisajística individualizada.
    7. El resto del municipio se caracteriza por acoger usos diversos entre los que destaca la labor agrícola en sus diversas formas, los pastos extensivos, los huertos cercanos al pueblo, pequeños sectores arbolados, etc.

    4. POBLACIÓN

    El punto culminante es 1900 con 535 habitantes, a partir de ahí se produce un descenso sin pausa pero poco acusado, tan sólo la epidemia de gripe marca un poco las cifras entre 1920 y 1930, hasta el periodo 1940-1950 cuando hay un ligero ascenso debido a la ruralización que se produce en todo el país por la guerra civil, y es años después cuando se refleja en el censo, asimismo tiene su explicación, este repunte, en el hecho de que es la década en la cual se construye la presa de Villalcampo, y muchos obreros que llegan a trabajar en ella fijan su residencia, con su familia, en Moral. Después, la marcha de esta gente, junto con el comienzo del éxodo rural, comienza un descenso agravado mucho más en la década de los 60, cuando se produce el verdadero periodo de emigración. Esto provocó un estrangulamiento en la pirámide de población, lo cual no sólo se reflejó en los grupos de edad pertenecientes a esos años, sino en los siguientes también, ya que el índice de natalidad descendió de forma espectacular, mientras el de mortalidad experimentó el proceso contrario, todo ello se explica porque fueron una mayoría de ancianos los que permanecieron en el pueblo.

    Entre 1970 y 1981 se experimenta un ligero ascenso del número de habitantes al frenarse la emigración hacia las ciudades motivado por la crisis económica de los años 70; pero además por haber empezado demasiado tarde la emigración, en otros sitios el éxodo rural comienza a principios de los años 50, Moral todavía poseía en 1970 un importante volumen de población en comparación con otros pueblos de alrededor, los cuales la mayoría habían perdido alrededor del 50% de su población, o en casos extremos más.



    Fuente: censos

    Después se vuelve a las cifras de 1960 gracias a la entrada del núcleo de Abelón, cuya población en 1950 era de 676 habitantes, pero a mediados de los 80 no pasaba de 200, manteniendo aún una dinámica decreciente, con lo que el total municipal ha seguido descendiendo en los años posteriores, pero más lentamente, una vez que el grueso de la población emigró entre 1960 y 1970, el gráfico es muy expresivo.

    La natalidad entre 1992 y 1996 es de 3,94 por mil anual, y la mortalidad en los mismos años es de 20,2 por mil anual. Estos datos son bastantes claros, si la mortalidad es casi el doble de la media provincial, la cual es una de las más altas de España, la natalidad es inferior a la mitad de la media de Zamora, que es también de las más escasas del país. Es decir, es una demografía típica de espacios rurales en regresión, como también se aprecia en la pirámide de población.

    PIRÁMIDE DE POBLACIÓN DE MORAL DE SAYAGO

    Fuente: censos

    Los 386 habitantes hacen de Moral de Sayago un municipio mediano dentro de la comarca de Sayago, por debajo de los dos de cabeza: Bermillo y Fermoselle, pero inmediatamente después de los siguientes: Villar del Buey o Pereruela; y por encima de un numeroso grupo, en concreto ocuparía la novena posición dentro de la comarca, como vemos en la tabla siguiente y sobre el mapa.

    1900
    2001
    FERMOSELLE
    4624
    FERMOSELLE
    1615
    BERMILLO
    4133
    BERMILLO
    1358
    PERERUELA
    3370
    VILLARDEL BUEY
    829
    FARIZA
    2219
    PERERUELA
    713
    ALMEIDA
    2046
    FARIZA
    710
    PEÑAUSENDE
    1929
    ALMEIDA
    657
    VILLAR DEL BUEY
    1295
    PEÑAUSENDE
    584
    FRESNO
    1059
    MUGA
    495
    ALFARAZ
    1052
    MORAL
    386
    MORALEJA
    899
    MORALINA
    358
    MUGA
    888
    TORREGAMONES
    326
    ROELOS
    876
    MORALEJA
    292
    LUELMO
    853
    VILLADEPERA
    282
    CARBELLINO
    843
    CARBELLINO
    260
    CABAÑAS
    797
    FRESNO
    260
    VILLADEPERA
    788
    MAYALDE
    251
    TORREGAMONES
    769
    LUELMO
    239
    MORALINA
    673
    CABAÑAS
    199
    VILLARDIEGUA
    623
    ALFARAZ
    197
    MAYALDE
    566
    VILLARDIEGUA
    154
    MORAL
    535
    ROELOS
    151
    GAMONES
    451
    SALCE
    132
    SALCE
    431
    ARGAÑÍN
    94
    ARGAÑÍN
    391
    GAMONES
    94

    LOS MUNICIPIOS DE SAYAGO

    5. LA ECONOMÍA AGROPECUARIA

    Moral de Sayago, como municipio típicamente rural, basa la actividad de su población en las actividades agropecuarias, en concreto la ganadería es preponderante y más específicamente el sector ovino. Desde hace unos años se ha producido un importante crecimiento de la cabaña ganadera destinada a la producción de leche de oveja, abandonando los cultivos destinados a la recolección de cereales para dedicar esas tierras a forraje que es consumido por un ganado cada vez más intensivo. Es sólo un ejemplo del paso de una economía agraria a una economía ganadera.

    5.1. LA PROPIEDAD Y LOS USOS DEL SUELO

    Debido al protagonismo adquirido por la ganadería, los pastos tienen un peso muy importante, según Maya Frades, “su soporte físico está formado por suelos esqueléticos y de poca miga"; estas características ya las explicamos en el apartado referente a la geomorfología; de esta forma observamos el abandono de abundantes tierras antes cultivadas.

    En 1960 el 46% de la superficie estaba destinada a tierras de cultivo, el 9% a prados y pastizales, el 19% a terreno forestal, el 0,3% a viñedo, y el 26% restante era matorral o improductivo; en 1989 los datos son un 13% para las tierras de cultivo, un 17% prados y pastizales, un 16% para superficie forestal, el 0,1% se destina a viñedo y el 54% se reparte entre matorral (que es el que más ha crecido) y los sectores improductivos. La explicación a estos cambios la tenemos en el abandono de las tierras de labradío, las cuales unas han pasado a ser pastos y otras matorral, que junto al improductivo es hoy más de la mitad del municipio.



    Fuente: mapa agronómico nacional, programa Terra y elaboración propia

    El régimen de tenencia de la tierra es de un dominio total de la propiedad, la cual en 1982 alcanzaba alrededor de un 64% de la superficie total censada; el arrendamiento tiene valores importantes con un 25% aproximadamente; la aparcería es casi inexistente rondando el 1%, no así hace unos años cuando por una mayor presión demográfica, la tierra disponible era escasa y estaba más concentrada en unas pocas personas, las cuales obtenían la mitad e incluso 2/3 de lo producido aportando sólo la tierra; y por último los regímenes especiales tienen cifras importantes con un 10%, estos son propiedades colectivas de todos los vecinos, existen como consecuencia de “propios y comunes". De este colectivismo agrario típico de la comarca se produce un peculiar reparto de las tierras, éstas aparecen distribuidas en cinturones: el primero, el más próximo al pueblo, está formado por cortinas o huertos murados, en muchos casos junto a la propia vivienda, todo ello de propiedad privada; el segundo cinturón está constituido por prados de aprovechamiento totalmente comunal y tierras cerealísticas también comunales aunque con posesión individualizada mediante sorteos cada dos años; el tercero corresponde al monte, con una utilización por parte de todos los vecinos. El primer cinturón, el de cortinas y huertos, está formado por parcelas de muy pequeña extensión, con cercas de piedra, hay muy pocas que superen una hectárea, ya que en Moral no se ha llevado a cabo una concentración parcelaria. Los cultivos que predominan en las cortinas son cultivos herbáceos con un 14%, principalmente cereales-grano, con predominio de la cebada, y leguminosas-grano, entre las que destacan garbanzos, el 20% son patatas en secano, el 19% se deja en barbecho, los cultivos forrajeros son el 47%, principalmente cereales de invierno para forraje; los huertos son las únicas tierras de regadío que existen, se aprovecha el agua subterránea mediante pequeños pozos de entre 5 y 10 metros de profundidad, sacando el agua mediante los llamados cigüeñales, los cuales no son más que un tronco en forma de Y con otro que se encaja en el anterior y que tiene una piedra como contrapeso en un extremo, mientras que con el otro se sacan los cubos de agua, actualmente están desapareciendo rápidamente por la generalización de los motores eléctricos o de explosión. A pesar de ello el regadío sólo ocupa el 0,8% de la superficie labrada, esto es debido a las pocas facilidades que proporciona el Duero para su aprovechamiento agrícola y a que los arroyos no son muy importantes; los cultivos predominantes son los típicos de huerta, condicionados por el clima, se trata de pimientos, tomates, alubias, etc., todos ellos dedicados al autoconsumo.

    En el segundo cinturón las parcelas, al ser comunales, son algo más extensas y no tienen ningún tipo de cerca. Los cultivos mayoritarios son los cereales, principalmente cebada y con carácter marginal centeno y trigo.

    Pasado el tercer cinturón y en el área colindante con el Duero, en la antigua dehesa de Requejo, el terreno fue repartido cuando fue adquirida por Moral y Moralina dividiéndolo en pequeñas parcelas, las cuales se han ido reduciendo aún más con el paso del tiempo. Esta zona tiene un tipo distinto de suelo, más evolucionado, con un horizonte A más fértil, lo cual, unido a un clima menos áspero que la penillanura por el descenso de la altitud y la proximidad al tajo producido por el Duero, permite el cultivo de otros productos entre los que destaca la vid, el vino que se produce es de gran calidad, a pesar de no tener una alta gradación porque la oscilación térmica es menor que en otras comarcas productoras de nuestra región; actualmente la importancia de este cultivo ha perdido protagonismo, como vimos anteriormente, ya que la pendiente del terreno hace obligada la construcción de bancales en muchas ocasiones, y el laboreo es bastante complicado, de esta forma tan sólo subsiste en los sectores más llanos. Además existen individuos aislados de olivo y frutales, que si no llegan a la importancia del sector de Fermoselle donde existen almazaras para la producción de aceite, sí tienen relativa importancia como elemento diversificante.

    5.2. LA IMPORTANCIA DE LA GANADERÍA

    Dadas las características geomorfológicas del territorio de Moral de Sayago, como ya comentamos con anterioridad, las actividades del sector primario han ido basculando hacia la ganadería, destacando de manera importante las explotaciones ovinas.

    Ovino: La economía de Moral tiene un pilar básico, la ovejas alcanzan el 85% de toda la cabaña ganadera. La media es de 200 cabezas por explotación, sin embargo, nos encontramos con algunas que se pueden denominar familiares: a un número escaso (100) de ovejas se le añaden un número reducido de vacas (3 ó 4) y algún cerdo, estos no se comercializan, si no que se consumen en el entorno familiar, si bien, aunque esto tuvo una gran importancia durante los años de la autarquía e incluso después, actualmente esta forma de vida ha ido desapareciendo casi totalmente en los últimos años; además de este ganado se cultivan algunas tierras, las cuales complementan los ingresos. De esta forma, la realidad queda alterada ya que el número de 200 ovejas de media es inferior al que poseen las mayores explotaciones, las cuales son 4 ó 5, que rondan las 500, e incluso alguna lo supera. Son rebaños semiestabulados, tan sólo salen de las naves donde pasan la mayor parte del tiempo para aprovechar los pastos naturales o las fincas sembradas para ello en la época del año correspondiente. El principal aprovechamiento que se hace de las ovejas es el ordeño, la leche es recogida por camiones cisterna, y transportada a Castilla La Mancha donde se fabrica queso, éste luego es comercializado como queso manchego, así el ciclo productivo no se cierra en el lugar de origen. Actualmente se cuenta con máquinas ordeñadoras que permiten agilizar el trabajo considerablemente. También tiene importancia la venta de corderos, la mayoría lechales. Por último, otro producto que antiguamente tuvo gran importancia y ahora está totalmente hundido es la lana, actualmente la venta de este artículo no cubre ni el dinero de los honorarios de los esquiladores. Las importaciones que se realizan, desde Australia, sobre todo, tienen la culpa, además de la invasión en el mercado textil de fibras artificiales y el ascenso del algodón.

    También se ha reducido casi totalmente el papel del ganado caprino, antiguamente abundaban los rebaños, los cuales pastaban en el área de las Arribas, donde ya no podían llegar las ovejas; se fabricaba queso de forma artesanal en cada familia, las crías eran vendidas según conviniera.

    Bovino: tiene una relativa importancia, con aproximadamente el 7% del total de la cabaña ganadera y una media de 9 ó 10 cabezas por explotación. Se divide en dos vertientes, una dedicada a la producción de carne, y otra lechera, en cuanto a la primera actualmente la raza autóctona sayaguesa sufre graves problemas de extinción, ya que sus rendimientos económicos eran mucho más bajos que los de otras razas. Tal es el caso de la charolesa, la cual, además de producir leche, se explota también para la cría de terneros de carne; a esta se le añade en la producción lechera la frisona. El número de 10 vacas por explotación queda también alterado por la misma causa que comenté para el ganado ovino, las que cuentan con un número en torno a la media tienen ingresos importantes provenientes del cultivo de la tierra, cuando el número es menor indica que se compagina con otro tipo de ganadería. Tiene más peso la ganadería intensiva que la extensiva, se aprovechan pastos propios o comunales cuando el clima permite que aparezcan.

    Porcino: En términos oficiales tiene poca importancia, tan sólo existe una pequeña explotación censada; sin embargo sí es importante en forma de complemento de rentas.

    Equino: Este tipo de ganado ha venido perdiendo importancia con el tiempo debido a la extensión de la maquinaria, lejos, aunque no mucho e incluso todavía podemos verlo de manera puntual, quedan esas imágenes de arados tirados por bueyes, caballos o asnos, sin embargo, estos últimos han subsistido, y a pesar de la introducción de los pequeños motocultores siguen siendo utilizados para mínimas labores de huerta.

    Aves: Es de carácter familiar, como complemento de rentas.

    6. LA INDUSTRIA Y LOS SERVICIOS

    Como en la mayor parte de los municipios rurales, todavía la agricultura tiene el mayor protagonismo. La población activa que se dedica a otro tipo de actividad es bastante escasa, como lo demuestra el gráfico 2.

    Aunque en los últimos años se han ido reduciendo los efectivos de la agricultura, los servicios todavía poseen cifras muy reducidas, uno de los déficit del municipio es precisamente esa falta de comercios que permitan abastecer a la población, el escaso número de habitantes que permita rentabilizar la inversión y la visita de comerciantes ambulantes explican tal situación. La industria tiene una importancia muy similar a la de los servicios, se reduce a los transformados metálicos y a la mecánica del automóvil, mientras que la construcción sí cuenta con algunos efectivos que trabajan tanto en Moral como en los pueblos del entorno, el regreso de antiguos emigrantes ya jubilados crea un área de actividad importante.


    Industria: 17%
    Servicios: 15%
    Agricultura: 68%